Imitando a Paz
Quiero avanzar pero me encuentro atorado.
Se tropezó el instante sobre sí
dejando recuerdos de sus fragmentos.
Viví como las rocas que no viven
y luego de los años transcurridos
pude escuchar mi sangre, prisionera,
una corriente de agua, el mar de luz,
los muros y las puertas que uno a uno
se van desmoronando poco a poco;
la luz de las estrellas con su ariete
irrumpe con vigor sobre mis ojos
quitándole a mis párpados costuras,
quitándome esta máscara de piedra.
Me despoja de mí, me va apartando
del sueño mineral en que me hallaba
y el brillo de su luz regresa a mí.
Alumbra con su magia los riachuelos,
los árboles que viven a la orilla,
las aguas, las corrientes, borbotones.
El viento toma a un árbol de la mano
y bailan swing al ritmo de este río
que corre, se regresa, da la vuelta
y nunca falla.
Imitando a Eliseo Diego
El mundo se ha vuelto un papel en blanco
postrado a los pies de mi soledad
la brecha por la cual iré bajando
a modo de rapel y sin arnés
sólo las palabras de las que cuelgo
qué ya no sé si son más qué un vestigio
cachitos de mí puzle mal armados
los únicos andamios que me quedan
para salir del pozo en el que me hayo
hormigas que me ayudan a trepar
dejando su rastro a modo de estela
con rumbo a la luz fuera de este abismo
allá donde el cambio nos ha permeado
y ya no hay ni papel ni lo que
yo era.
El mundo se ha vuelto un papel en blanco
postrado a los pies de mi soledad
la brecha por la cual iré bajando
a modo de rapel y sin arnés
sólo las palabras de las que cuelgo
qué ya no sé si son más qué un vestigio
cachitos de mí puzle mal armados
los únicos andamios que me quedan
para salir del pozo en el que me hayo
hormigas que me ayudan a trepar
dejando su rastro a modo de estela
con rumbo a la luz fuera de este abismo
allá donde el cambio nos ha permeado
y ya no hay ni papel ni lo que
yo era.
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