Continuando con la serie relacionada con temas mexicanos llega este poema, paisaje mexicano que espero sea de su agrado.
II
descansa sobre su costado inerte
trazando el horizonte con su cuerpo.
Está cubierta por un manto blanco
que brilla al ser tocado por el sol.
La dama de las nieves, reina helada
que lleva el fuego líquido en sus venas.
En su silueta está vivo el recuerdo
de las sublimes cumbres orientales;
majestuosa princesa del Japón.
Yo soy un alpinista descarriado
que ve salir el sol por tu cintura
pensando si explorar tus cordilleras
o ser aquél que mueve las montañas.
Quisiera ser el monte que vigila
tu sueño mineral; ser tu volcán.
Así seríamos dos cuerpos de piedra
cubiertos por la nieve, mi Iztacihuatl.
2 comentarios:
¿Quién es ella? Por lo que dices es majestuosa, pero ¿que hay más allá de suy silueta niponiana?
La metáfora es sencilla, todo está en el poema, la foto es un Spoiler.
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