Hoy, lunes veintinueve de Marzo, comienzan mis (no-tan-merecidas) vacaciones de Semanasanta, es por eso, que, desde la comodidad de la casa de mi abuela, les hago entrega de este intento de retro-cognición semanal.
Santa Semana
Hoy es lunes y la calle me habla de cansancio,
el pavimento me susurra historias de armonía.
Las aceras se quejan de su espacio
y de la monotonía.
Hoy es martes y la calle me habla de pereza,
los muros cuentan leyendas de sopor.
Las cabinas de teléfono hoy tienen pobreza
en vez de amor.
Hoy es miércoles y la calle me habla de injusticia,
las papeleras hoy explican la causa de su ausencia.
El llover inicia
y las nubes no tienen paciencia.
Hoy es jueves y la calle me habla de sus sueños,
es temprano y los semáforos no dicen nada.
Los árboles ya tienen dueño
y eso no les agrada.
Hoy es viernes y la calle me habla de necedad,
los cables observan el ocaso gris.
El peatón va a toda velocidad
con cara feliz.
Hoy es sábado y la calle no habla, grita.
Los pájaros duermen en los techos.
Una farola se excita
con los parques y sus helechos.
Hoy es domingo y la calle está callada,
en la iglesia se escuchan los gritos de una campana.
La gente está de luto
porque hoy muere otra semana.
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