Les dejo un poema para el que aún no he escogido un título, he pensado en "Blattaria", pero no lo sé, no me convence. Por ahora lo dejaré sin título.
I
Voy pensando en la condena
de quien pisa con talón
reventando cada vena
del que muere sin razón.
La cabeza es la que truena
cruje fuerte, cada día,
siento compasión, no pena;
pierde ya su autonomía.
Es a la hora de la cena
muerte de una vil muchacha.
Pedacitos de melena
muerte vil de cucaracha.
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